Baby H. P.
[Cuento - Texto completo.]
Juan José Arreola
Señora ama de casa: convierta usted en fuerza motriz la vitalidad de sus niños. Ya tenemos a la venta el maravilloso Baby H.P., un aparato que está llamado a revolucionar la economía hogareña.
El Baby H.P. es una estructura de metal muy resistente y ligera que se adapta con perfección al delicado cuerpo infantil, mediante cómodos cinturones, pulseras, anillos y broches. Las ramificaciones de este esqueleto suplementario recogen cada uno de los movimientos del niño, haciéndolos converger en una botellita de Leyden que puede colocarse en la espalda o en el pecho, según necesidad. Una aguja indicadora señala el momento en que la botella está llena. Entonces usted, señora, debe desprenderla y enchufarla en un depósito especial, para que se descargue automáticamente. Este depósito puede colocarse en cualquier rincón de la casa, y representa una preciosa alcancía de electricidad disponible en todo momento para fines de alumbrado y calefacción, así como para impulsar alguno de los innumerables artefactos que invaden ahora los hogares.
De hoy en adelante usted verá con otros ojos el agobiante ajetreo de sus hijos. Y ni siquiera perderá la paciencia ante una rabieta convulsiva, pensando en que es una fuente generosa de energía. El pataleo de un niño de pecho durante las veinticuatro horas del día se transforma, gracias al Baby H.P., en unos inútiles segundos de tromba licuadora, o en quince minutos de música radiofónica.
Las familias numerosas pueden satisfacer todas sus demandas de electricidad instalando un Baby H.P. en cada uno de sus vástagos, y hasta realizar un pequeño y lucrativo negocio, trasmitiendo a los vecinos un poco de la energía sobrante. En los grandes edificios de departamentos pueden suplirse satisfactoriamente las fallas del servicio público, enlazando todos los depósitos familiares.
El Baby H.P. no causa ningún trastorno físico ni psíquico en los niños, porque no cohíbe ni trastorna sus movimientos. Por el contrario, algunos médicos opinan que contribuye al desarrollo armonioso de su cuerpo. Y por lo que toca a su espíritu, puede despertarse la ambición individual de las criaturas, otorgándoles pequeñas recompensas cuando sobrepasen sus récords habituales. Para este fin se recomiendan las golosinas azucaradas, que devuelven con creces su valor. Mientras más calorías se añadan a la dieta del niño, más kilovatios se economizan en el contador eléctrico.
Los niños deben tener puesto día y noche su lucrativo H.P. Es importante que lo lleven siempre a la escuela, para que no se pierdan las horas preciosas del recreo, de las que ellos vuelven con el acumulador rebosante de energía.
Los rumores acerca de que algunos niños mueren electrocutados por la corriente que ellos mismos generan son completamente irresponsables. Lo mismo debe decirse sobre el temor supersticioso de que las criaturas provistas de un Baby H.P. atraen rayos y centellas. Ningún accidente de esta naturaleza puede ocurrir, sobre todo si se siguen al pie de la letra las indicaciones contenidas en los folletos explicativos que se obsequian en cada aparato.
El Baby H.P. está disponible en las buenas tiendas en distintos tamaños, modelos y precios. Es un aparato moderno, durable y digno de confianza, y todas sus coyunturas son extensibles. Lleva la garantía de fabricación de la casa J. P. Mansfield & Sons, de Atlanta, Ill.
FIN
JUAN JOSÉ ARREOLA ZÚÑIGA
BIOGRAFÍA
Juan Jose Arreola Zúñiga nació el 21 de septiembre de 1918 en Zapotlán el Grande —hoy Ciudad Guzmán—, Jalisco, Guadalajara (México).
Estudió en Jalisco y en 1930 empezó a trabajar como encuadernador. En 1937 se marchó a vivir a México D.F. para estudiar en la Escuela Teatral de Bellas Artes.
Publicó, en 1941, su primera obra, Sueño de Navidad. En 1945 colaboró con Juan Rulfo y Antonio Alatorre en la publicación de la revista Pan, de Guadalajara y pudo viajar a París bajo la protección del actor Louis Jouvet. Allí conoció a J. L. Barrault y Pierre Renoir. Un año después regresó a México.
A su vuelta empezó a trabajar en Fondo de Cultura Económica como corrector y autor de solapas y obtuvo una beca en El Colegio de México gracias a la intervención de Alfonso Reyes. En 1949 apareció su primer libro de cuentos Varia invención. En 1950 recibió una beca de la Fundación Rockefeller.
Su obra maestra Confabulario fue publicada en 1952 y recibió el Premio Jalisco de Literatura, a este le seguirían el Premio del Festival Dramático del Instituto Nacional de Bellas Artes y el Premio Xavier Villaurrutia.
A partir de 1964 dirigió la colección "El Unicornio", y se inició como profesor en la Universidad Nacional Autónoma de México.
En 1972 se publicó la edición de Bestiario, que completaba la serie iniciada en 1958, con Punta de plata.
Su prestigio fue ascendiendo y en 1979 fue galardonado con el Premio Nacional en Letras, en la Ciudad de México y en 1992 el Premio Juan Rulfo, al que seguirían el Alfonso Reyes y Premio Ramón López Velarde.
En 1992 participó como comentarista de Televisa para los Juegos Olímpicos de Barcelona.
Murió el 3 de diciembre del 2001.
BIBLIOGRAFÍA
La Parábola del Trueque (1938)
Sueño de Navidad (1941)
Hizo el bien mientras vivió (1943)
Varia invención (1949)
Confabulario (1952)
La hora de todos (1954)
Punta de plata (1958)
Confabulario total (1962)
La feria (1963)
Obras de Juan José Arreola (1971)
Bestiario (1972)
La palabra educación (1973)
Inventario (1976)
Confabulario personal (1985)
"Tú y yo somos uno mismo" (1988)
Sueño de Navidad (1941)
Hizo el bien mientras vivió (1943)
Varia invención (1949)
Confabulario (1952)
La hora de todos (1954)
Punta de plata (1958)
Confabulario total (1962)
La feria (1963)
Obras de Juan José Arreola (1971)
Bestiario (1972)
La palabra educación (1973)
Inventario (1976)
Confabulario personal (1985)
"Tú y yo somos uno mismo" (1988)
PREMIOS
Premio Xavier Villaurrutia (1963)
Premio Juan Rulfo (1992)
Premio Juan Rulfo (1992)
ENLACES