¿Cómo cocinar una piraña-minificcional?

 

PIRAÑA MINIFICCIONAL EN PROSAICAS YERBAS Y FLORES DEL MAL, COCIDA EN ÁCIDOS DE COÁGULOS ABOMINABLES

 

INGREDIENTES:

1 piraña imaginaria del río del Tiempo heraclitiano.

½  2 libras de posmodernidad triturada.

½ kilogramo de haikú japonés en /flor de cerezo /palpitante/ monte Fuji.

0.1 pizca de aforismo.

333 refraneros, trabalenguas o retruécanos disecados o palíndromos como "luz azul" o "Anita lava la Tina" u "Onis es asesino".

666 mitos grecolatinos, ojos de La Biblia, las 1001 y una Noches, la Odisea, bigotes y barbas del Quijote y Sancho Panza y mucho de lo kafkiano y los gritos salitrosos de Poe.

3 gotas de salsa de K o jugo de cucaracha marca Hmnos. Grimm. 

N litros de sangre de vampiro vegetariano, sudor de sexo, lágrimas de risas (no sirven artificiales).

1 frasquito de salsa negra-blanca Dr. Jekyll-Mr Hyde-Co.

-0.005 toneladas de extrema brevedad.

1 frasco de polvo de la confusión onírica marca Chuang-Tzu.

1 libra de línea argumental (si no tiene, omitir este ingrediente).

4 o 3 o 2 o 1 ojos de lector cómplice.

2.666 d. d. C de frascos de humor negro rancio.

2 microbios Premio Nobel de Oftalmología.

1/4 del cerebelo del chaparro "TiTo" Monterroso, Max Aub, el polaco loco de Slawmowir Mrozeck y el don anciano caricaturesco colombiano Luis Vidales.

 

PREPARACIÓN:

Cocer y coser y co-Ser la piraña imaginaria junto a los coágulos abominables en su propia bilis por doscientos segundos en aproximado. Picar las finas yerbas verdes prosaicas, sardónicas, satíricas, mordaces. Arrojar al caldero de forma lacónica como la caricatura de una tortuga o todo un Aquiles cojeando. Sazonar con dos o tres microbios de los que observan a los sabios por medio de los microscopios.  Sobre una base de Antigüedad macerada en el mortero de la Modernidad, salpimentar con ironías románticas o metaficcionales e hiperbreves. Inyectar al guiso la sangre de vampiro vegetariano, sudor anal y tres lagrimas de carcajadas. Una pizca más de “En la escuela de guerra de la vida, aquello que no me mata me hace más fuerte”, o del socrático racionalismo:“Conócete a ti mismo”, del latino “Carpe Diem”, de las libélulas rojas picantes de Bashó o del dantesco letrero a la entrada del Infierno o de "cría ojos y te sacarán los cuervos"... Añadir polvo de estrellas gigantes muertas. Dejar dormir y soñar con mariposas chinas de la confusión marca Chuang-Tzu. Que dormite y se dore en pesadillescos jugos marca Dr. Jekyll-Mr- Hyde Co. Que se revuelque por 1001 noches. Sumar el  potaje putrefacto de miles y miles y miles de libros de caballerías alucinógenos. Un poco de salsa de K o de jugo de cucaracha en su defecto. Sacarle los ojos al lector con un acertijo en forma de anzuelo.  Emplatar en el cráneo con los sesos retorcidos de "Tito", Max Aub y Slawmowir y la churretosa caricatura de don anciano Vidales, ya casi sin vida él.  Adornar el platillo con algas rojas de Noe, Job o Adán y Eva y la Antigua Víbora. Acomodar las flores del mal, amapolas de sangre y nenúfares de fango. Y ya está hecho: a devorar se dijo, hijo mío, Amén. 

P.D. Buen provecho amante del exquisito paladar poético-filosófico, estimado lector de chocarrerías y asaz pantagruélico solador de recetas de finas bizarrías, abyección y  procacidad.

 

Por:

 

VÍCTOR HUGO OSORIO CÉSPEDES