res estudios para figuras en la base de una crucifixión
1. Océano de mutismo y viscosas sinuosidades. Esta noche rojiza es una mar
de imprecaciones galopando desde el fondo de la ciega alborada.
Marejadas de furia creciente ebullen como plañideras. Todo
esto anida en la mirada corroída. En la tétrica risa de una hemorragia de
magia cadavérica.
2. De las nubes de gritos caen diluvios de silencio. Mordiscos de ventiscas
arrastran mutismo en los desiertos de la pasión macerada. Dentelladas a un
vacío carnoso. En la mirada una mortaja. Sobre aquel taburete que es la
tarima falaz de toda convicción el estremecimiento se sacude. El cadalso de
los balidos ciegos de la turbamulta jadeante, gimiente, exultante.
3. No hay un manojo de ojos sordos. Sólo la sombra, el eco de un grito que
brota cual líquenes de fósforo sanguíneo en medio de la quietud de las
dulces lágrimas de la tempestad. Los costillares de la ausencia dan cuenta
de la decrepitud de la soledad. La más violenta de las perturbaciones
irrumpe como un orgasmo de dolor. No hay una luna de fuego sobre los
lobos sedientos del alma. Sólo la orgiástica crucifixión en la oquedad del
viento de la noche escarlata.
Los retortijones de la carne habitan
los abismos laberínticos de la sensualidad.
Beben alaridos en las profundidades de lóbregas sinagogas,
Allí donde aletean letanías profanas con silencio de sed inagotable.
Invocan tormentas de alaridos mudos como estrellas sin vida.
Inundan de ayes la fábrica humana de las decepciones.
Sólo la tríptica crucifixión de las alharacas
podrá hallar eco en la oquedad del vacío cósmico…
Sólo en el fondo de las cacofonías
Se hallará la calma que en vano se ha buscado
en el silencio escarlata.
El mundo es un bosque rojo
de silenciosos clamores.
EL FUEGO DEL LENGUAJE
El fuego del lenguaje teje puentes colgantes sobre los precipicios de la
humanidad; sin embargo, a veces estos lucen cual aves de humo sobre un vacío
de inconmensurables sombras. Buscas pistas desperdigadas en el desierto de la
noche de los tiempos se hallan migajas con que adentrarnos en los oscuros
bosques del alma.
AFORISMOS
Halla altos propósitos en medio de los más inmundos despropósitos.
El lenguaje es el crisol del pensamiento.
El Cosmos devela significaciones oscuras en las blanquecinas noches de verano.
Toda certeza, convicción, esperanza en la infalibilidad, se desliza infatigable por el
légamo ocre de la falsedad.
En el laberinto de la carne, la violencia es una flor narcótica de maldad.
Sobrevolar los precipicios de la incertidumbre con las alas de la pesadumbre.
Fluir cual esférica Ave de Fuego.
Es menester lanzarse al abismo de uno mismo.
La música es la atmósfera.
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