jueves, 29 de septiembre de 2022

EPITAFIOS SARDÓNICOS POR VÍCTOR HUGO OSORIO CÉSPEDES

 


EPITAFIOS SARDÓNICOS






DE UN MÚSICO DE ROCK:

También el silencio es música: oídme, soy el viento.


***



DE UN ESCRITOR DE NOVELAS:

 

Mi vida fue una novela: fui el principio, el conflicto y el punto final.



***


DE UN CURITA LIMOSNERO

Aquí yace un Santo Patrón.


(Debajo, en una placa de mármol, esculpido, decía. Por favor feligreses:  NO dejar limosnas, veladoras, estampitas del Divino Niño o el Sagrado Rostro. ¡POR LA SANGRE DE CRISTO!: aquí NO. Sólo en la Parroquia. Los pagos de milagros misas y novenas, según orden estricta del Santo, en testimonio escrito antes de morir, se realizarán por orden de llegada, SÓLO LOS DÍAS MARTES, MÍERCOLES Y JUEVES de 9:00 a.m. a 12. a.m. en las oficinas del Templo.) Amén.




***



DEL AVE FÉNIX:


¡Ilusos! VOLVERÉ...

AFORISMOS DEL MAESTRO FRIEDRICH NIETZSCHE

 

Aforismos de Friedrich Nietzsche


Nietzsche, por el pintor noruego Edvar Munch


(Röcken, actual Alemania, 1844 - Weimar, id., 1900) Filósofo alemán, nacionalizado suizo. Su abuelo y su padre fueron pastores protestantes, por lo que se educó en un ambiente religioso. Tras estudiar filología clásica en las universidades de Bonn y Leipzig, a los veinticuatro años obtuvo la cátedra extraordinaria de la Universidad de Basilea; pocos años después, sin embargo, abandonó la docencia, decepcionado por el academicismo universitario. En su juventud fue amigo de Richard Wagner, por quien sentía una profunda admiración, aunque más tarde rompería su relación con él.

La vida del filósofo fue volviéndose cada vez más retirada y amarga a medida que avanzaba en edad y se intensificaban los síntomas de su enfermedad, la sífilis. En 1882 pretendió en matrimonio a la poetisa Lou Andreas-Salomé, por quien fue rechazado, tras lo cual se recluyó definitivamente en su trabajo. Si bien en la actualidad se reconoce el valor de sus textos con independencia de su atormentada biografía, durante algún tiempo la crítica atribuyó el tono corrosivo de sus escritos a la enfermedad que padecía desde joven y que terminó por ocasionarle la locura.

Los últimos once años de su vida los pasó recluido, primero en un centro de Basilea y más tarde en otro de Naumburg, aunque hoy es evidente que su encierro fue provocado por el desconocimiento de la verdadera naturaleza de su dolencia. Tras su fallecimiento, su hermana manipuló sus escritos aproximándolos al ideario del movimiento nazi, el cual no dudó en invocarlos como aval de su ideología; del conjunto de su obra se desprende, sin embargo, la distancia que lo separa de ellos.

A continuación, en ÁGORA, REVISTA DE MINIFICCIONES, a modo de homenaje póstumo, publicamos una selección de los aforismos del maestro alemán, para quien, “aquel que escribe aforismos lo hace no con el fin de ser leído sino memorizado”. Así es que, deseamos sean de su agrado, apreciado lector.

 

De: Humano, demasiado humano

Un alma delicada se siente molesta al saber que hay que darle las gracias; un alma grosera, al saber que tiene que darlas.

Es indefectible: cada maestro no tiene más que un alumno, y este alumno le llega a ser infiel, pues está predestinado a ser maestro también.

Las mujeres llegan a ser, por medio del amor, lo que son en la mente del hombre que las ama.

Se olvida la arrogancia cuando se está entre hombres de mérito; estar solo hace orgulloso. Los jóvenes son muy arrogantes, pues frecuentan sus semejantes, todos los cuales, no siendo nada, quieren pasar por mucho.

No sólo se ataca para hacer daño a alguien, para vencerle, sino a veces por el mero deseo de adquirir conciencia de la propia fuerza.

Pocas gentes habrá que, cuando se sientan perplejas en la elección de tema de conversación, no revelen los secretos más importantes de un amigo.

El cristianismo nació para dar al corazón alivio; pero luego necesita primeramente abrumar el corazón para poder en seguida consolarle.

Un escritor debería ser considerado como un malhechor que no merece, sino en casos rarísimos, el perdón o la gracia. Esto sería un remedio contra la invasión de libros.

La distinción que encontramos en el infortunio (como si fuera un signo de vulgaridad, de falta de ambición, sentirse feliz) es tan grande, que si decimos a una persona "¡Pero, qué feliz es usted!", por lo general protesta.

La ventaja de la mala memoria es que se disfruta varias veces de las mismas cosas por primera vez.

El que nos encontremos tan a gusto en plena naturaleza proviene de que ésta no tiene opinión sobre nosotros.

 

De: Así hablaba Zaratustra

Vuestro honor no lo constituirá vuestro origen, sino vuestro fin.

Es preciso saberse amar a sí mismo, con amor sano y saludable, para saber soportarse a sí mismo y no vagabundear.

En el fondo no amamos más que a nuestros hijos y a nuestras obras; y el amarse mucho a sí mismo es un signo de fecundidad.

No debéis tener más enemigos que aquellos que sean dignos de odio, pero no tengáis enemigos dignos del menosprecio: debéis estar orgullosos de vuestros enemigos.

Hubo un tiempo en que el espíritu fue Dios; luego se hizo hombre y, por último, plebe.

El hombre es algo que debe ser superado; el hombre es un puente y no un fin.

Los hombres "no" son iguales: así lo dice la justicia; y ellos no pueden querer lo que yo quiero.

Cualquier que sea el mal que puedan hacer los malos, el mal que hacen los buenos es el más nocivo de todos los males.

Te castigan por tus virtudes. Sólo perdonan sinceramente tus errores.

El que busca conocimiento pasa por entre los hombres como por entre animales.

¡Oh soledad! ¡Soledad, patria mía!

¿Tenéis valor? No el valor ante los testigos, sino el valor de los solitarios, el valor de las águilas que no tienen ningún dios espectador.

Voluptuosidad: sólo para los marchitos es un dulce veneno; mas para los que tienen voluntad de león, es el mayor reconstituyente y el rey de los vinos conservado con veneración.

 

De: Filosofía general

Sólo las almas ambiciosas y tensas saben lo que es arte y lo que es alegría.

Así, como somos, nos hacemos recalcitrantes ante un "tú debes". Nuestra moral debe decir "yo quiero".

La estimación de la autoridad aumenta en relación de la disminución de fuerzas creadoras.

Un hombre que se creyera absolutamente bueno sería espiritualmente un idiota.

Llamamos buena o mala a una cosa en relación con nosotros, no con la cosa misma.

El hombre es ante todo un animal que juzga.

¿Hay aún filósofos? En realidad, en nuestra vida hay mucho de filosófico, sobre todo en los hombres científicos; pero filósofos propiamente dichos, hay tan pocos como verdaderos nobles. ¿Por qué? Ya no se cree en los filósofos, ni aun entre los sabios; éste es el escepticismo de una época democrática, que abjura de los hombres superiores. La psicología del siglo va dirigida esencialmente contra las naturalezas superiores.

Los monos son demasiado buenos para que el hombre pueda descender de ellos.

Puede creerse que llegará un tiempo en que el hombre se eleve tanto, que las cosas que hasta aquí le han parecido más sagradas, por ejemplo, la creencia en Dios, le parezcan infantilmente conmovedoras y que haga con ellas lo que ha hecho con todos los mitos: que las transforme en cuentos para niños.

El placer de hacer daño, porque trae consigo un acrecentamiento del sentimiento de poder, sobre todo cuando precede una disminución de éste, es decir, en la venganza.

 

De: Más allá del bien y del mal

Lo que se hace por amor, se hace también más allá del bien y del mal.

El desilusionado habla: "Yo esperaba ecos y no he encontrado más que elogios".

No se odia mientras se menosprecia. No se odia más que a su igual o a su superior.

A riesgo de escandalizar los oídos inocentes, doy por hecho que el egoísmo pertenece a la esencia de las almas nobles; quiero afirmar esta creencia inmutable de que un ser tal como "somos nosotros" debe tener sometidos a otros seres, otros seres deben sacrificarse por él.

Ser independiente es cosa de una pequeña minoría, es el privilegio de los fuertes.

Las mujeres, hasta el presente, han sido tratadas por los hombres como pájaros que, habiendo descendido de una altura cualquiera, se han perdido entre ellos: como una cosa delicada, frágil, salvaje, extraña, dulce, encantadora, pero también como algo que es preciso poner en una jaula para que no se vuele.

Ser dueños de nuestras cuatro virtudes: el valor, la penetración, la simpatía, la soledad.

 

De: Tratados filosóficos

El amor y la crueldad no son dos cosas opuestas: siempre se encuentran juntos en los caracteres más firmes y mejores.

Debemos desechar todo escrúpulo de conciencia en lo que se refiere a la verdad y el error, mientras se trate de la vida, para que luego podamos emplear la vida en servicio de la verdad y de la conciencia intelectual.

Esto es para desesperar: la historia nos enseña que ninguno de los grandes hombres ha triunfado sin un gran orgullo y una buena dosis de injusticia.

 

De: Aurora

¿Qué haremos para estimularnos cuando estemos fatigados y cansados de nosotros mismos? Unos recomiendan la mesa de juegos, otros el cristianismo, otros la electricidad. Pero lo mejor, mi querido melancólico, es "dormir mucho", en el sentido propio y figurado. Así terminaremos por tener de nuevo nuestra mañana. Un alarde en la sabiduría de la vida es saber intercalar a tiempo el sueño bajo todas sus formas.

Sólo cuando el hombre haya adquirido el conocimiento de todas las cosas podrá conocerse a sí mismo. Pues las cosas no son sino las fronteras del hombre.

Lo que es muy difícil de comprender por los hombres es su ignorancia con respecto a ellos mismos.

¡Nada os pertenece en propiedad más que vuestros sueños!

El hombre libre es inmoral, porque en todas las cosas quiere depender de sí mismo y no de un uso establecido.

Es necesario que el maestro ponga a sus discípulos en guardia contra él.

La virtud principal del trabajo es impedir los ocios de las naturalezas más vulgares.

 

De: El ocaso de los ídolos

Para vivir hay que ser un animal o un dios -dice Aristóteles-. Falta el tercer caso: hay que ser lo uno y lo otro; esto es, un "filósofo".

Guardarse de la mediocridad. ¡Antes la muerte!

Se debe vivir de modo que se tenga, en el momento oportuno, la voluntad de morir.

 

De: El eterno retorno

Temo que los animales consideren al hombre como un ser de su especie que, con gran peligro para él, ha perdido su buen sentido animal; que le consideren como un animal absurdo, como un animal que ríe y que llora, como un animal nefasto.

¿Cuántos hombres hay que sepan observar? Y entre el pequeño número de los que saben, ¿cuántos hay que se observen a sí mismos? "Cada cual es lo más lejano para sí mismo".

El que sabe que es profundo se esfuerza por ser claro; el que quiere parecer profundo se esfuerza por ser oscuro.

 

De: La voluntad de dominio

Para que el hombre pueda tenerse respeto a sí mismo es necesario que sea capaz también de ser malo.

 

REFERENCIAS

Retomado de: http://www.dim.uchile.cl/~anmoreir/ideas/nietzsche.html. 29 de septiembre de 2022. 6:25 p.m.

Retomado de: https://www.biografiasyvidas.com/biografia/n/nietzsche.htm.  29 de septiembre de 2022. 6:25 p.m.

 

LUIS VIDALES: PIONERO DE LA MINIFICCIÓN EN COLOMBIA

 

SELECCIÓN DE TEXTOS DE LUIS VIDALES: PIONERO DE LA MINIFICCIÓN EN COLOMBIA



LUÍS VIDALES (Calarcá, Quindío, 1904, Bogotá, 1990). Fue el verdadero renovador y vanguardista de la llamada Generación de Los Nuevos. Su libro Suenan Timbres, de 1926, significó un cambio radical en la poesía colombiana, adelantándose a la corriente latinoamericana denominada como “antipoesía”. Publicó además La Obreríada (La Habana, 1978), El Libro de los fantasmas (Bogotá, 1985), Poemas del abominable hombre del barrio de Las Nieves (Bogotá,1985) y el volumen preparado por Juan Manuel Roca Antología Poética, (Universidad de Antioquia, Medellín 1985). En 1945 publicó su Tratado de Estética, ejerció la crítica de arte, la política y la cátedra en varias universidades colombianas. En 1948 editó, a pocos días del asesinato de Jorge Eliécer Gaitán, La insurrección desplomada, libro sobre los sucesos trágicos del 9 de abril y en 1973 el volumen La circunstancia social en el Arte. Es uno de los fundadores del Partido Comunista de Colombia, sufrió persecuciones, cárceles y desahucios, huelgas de hambre y un largo exilio en Chile. En 1982 recibió el Premio Lenin de la Paz y el mismo año el Premio Nacional de Poesía por Reconocimiento, por parte de la Universidad de Antioquia. Fue estadígrafo de profesión, periodista y polemista. Poeta insular, de estilo muy personal, por su humor y su imaginería onírica es de difícil clasificación en el mapa de la poesía colombiana. En ÁGORA, REVISTA DE MINIFICCIONES, rendimos homenaje al considerado pionero de la minificción en Colombia. Por ello, hemos extraído aquellos textos breves ficcionales de su libro Suenan Timbres (1926.) Buen provecho, desocupado lector.

 

 

SUPERCIENCIA

Por medio de los microscopios, los microbios, observan a los sabios.

 

EL MUERTO

Tomó el diario, Leyó: “El señor N-N descansó en la paz del Señor”. Se tomó el pulso. Nada. Se palpó el pecho. Estaba frío. Sintió una absoluta indiferencia. Tiró el diario y volvió a meterse en la cama, más, pero muchísimo más indiferente que nunca.

 

EL ÁNGULO FACIAL

 

Cuando me lo presentaron le dije con inquietud:

–¿Pero qué hizo usted su ángulo facial? La boca, la nariz, los ojos, las orejas, fuera de su sitio, aparecían amontonados en su rostro.

–Señor– me dijo el hombre de boca vertical. Una vez un prestidigitador me escamoteó el ángulo.

Desde entonces sé que como los paraguas los rostros tienen un armazón. Y que la armazón de los rostros es el ángulo facial.

 

TEORÍA DE LAS PUERTAS

 

Soy alguien dado a investigaciones científicas. Últimamente he descubierto una teoría de equilibrio. Ante todos los sabios del mundo yo siento mi teoría de equilibrio. Cuando una puerta se abre, la puerta equidistante, al otro lado del mundo, se cierra irremisiblemente. Por esto–y todos lo hemos visto de golpe, las puertas se cierran solas. El día que todas las puertas se abrieran a una vez, el mundo quedaría lleno de huecos y el viento se entraría en ellos y se llevaría a la tierra por los espacios ilimites…

 

 

Referencias: Vidales, L. (1986) Suenan Timbres, Plaza y Janes. Bogotá.

 

jueves, 15 de septiembre de 2022

 

El señor que amaba a los dragones




 

El señor Ye amaba tanto a los dragones que los tenía tallados o en pinturas por toda su casa. Cuando de esto se enteró el verdadero Dragón Celestial se puso muy contento y voló a la Tierra; llegó a la casa del señor Ye y metió su cabeza por la puerta y su cola por la ventana. Al verlo, el señor Ye huyó despavorido, a punto de enloquecer.

Esto demuestra que el señor Ye no amaba verdaderamente a los dragones; sólo gustaba de la imagen, pero no del auténtico dragón.

 

Retomado de: https://minisdelcuento.wordpress.com/2011/11/22/el-senor-que-amaba-a-los-dragones/ Shen Buhai. No. 100, Septiembre-Diciembre 1986. Tomo XV – Año XXII. Pág. 731. 10 de septiembre de 2022.

 

 

El dragón de Harold Kremer: encomio a la dimensión onírica y espiritual del ser en el mundo

 

El Dragón





 

Cuando el mundo conocido sólo era China, el dragón Han se apareció en sueños al rey Tong y le dijo:

-       Al despertar sólo tendrás un día más de vida, pero podrás evitar la muerte si construyes para mí un castillo que dure mil años.

Cuando despertó, el rey olvidó el sueño. Al anochecer, cuando faltaban apenas seis horas para la sentencia, lo grabó y llamó deprisa a sus ministros, consejeros y magos.

-       Pronto moriré- concluyó después de contar su sueño-. Si alguno de ustedes tiene una solución quiero oírla.

Divagaron hasta que uno de los consejeros durante horas sacó unas copas de licor. En la del rey echó un fuerte somnífero que lo hizo dormir al instante.

-       Pero… ¿qué hiciste, siniestro consejero? -clamaron en coro los hombres.

-       Salvarlo- respondió-. Sólo en sueños podrá construir ese castillo.

 

Kremer, H. (2016) El combate . Editorial Aula. Bogotá. 2016. Pág. 65.

miércoles, 14 de septiembre de 2022

 

Operación dragón





 

   Bruce Lee le haría el momento menos odioso, menos violento. Había acudido puntualmente a la cita y cuando ella llegó, tenía los boletos en la mano. Los entregó amablemente al portero y condujo del brazo a su novia. Las luces de la sala ya se habían apagado, así que Ramón entrecerró los ojos para ver mejor. Subieron las escaleras hasta encontrarse junto a la cabina del proyector. Como era la primera función se hallaron solos en esa parte del cine que habitualmente es la más concurrida por parejitas. Bruce Lee enfrentaba a un karateca gigante que no necesitaba hacer mucho esfuerzo para repeler sus ataques. Ramón se mordía las uñas nerviosamente, no porque fuera su primera cita con Aída, sino porque no sabía cómo empezar el ataque. Primero colocó su mano en el descansabrazo para acercarla a su rodilla lentamente. Volteó a verla y notó que permanecía imperturbable, con la vista en la pantalla. Aproximó su cara hasta estar seguro de que ella sentía su respiración en el cuello. El luchador de la pantalla se encontraba en la disyuntiva de pelear primero con un cinta negra o salvar a su novia de las manos del malvado Landorff. Estudió su perfil y recordó su traición. Ramón se preguntó si también habría de luchar con Aída, pero ella le desabrochó dócilmente el cinturón negro y se inclinó hacia él, Ramón le acarició la cabeza con la mano izquierda y aprovechó que estaba casi recostada sobre sus piernas para clavarle el puñal en el costado. El grito coincidió con el momento en que Bruce Lee arrojaba al contrahecho villano por la ventana; nadie notó nada. Cuando salió del cine observó que no tenía una sola mancha de sangre y bendijo su buena suerte.

 

Retomado de: https://minisdelcuento.wordpress.com/2013/06/22/operacion-dragon/ Miguel Ángel Godínez. No. 114-115, Abril-Septiembre 1990. Tomo XIX – Año XXVII. Pág. 221

 

 

 

 

ANTOLOGÍA DE HAIKÚ (SIGLOS XV-XVII JAPÓN)

 

ANTOLOGÍA DE HAIKÚ SIGLOS XV- XVII, JAPÓN

 





Îo Sôgi (1421-1502)

Lluvia de anoche,

cubierta esta mañana

por la hojarasca.



Muere la luna,

brisa leve del alba,

mar en verano.

Lirios, pensad

que se halla de viaje

el que os mira.


 

Yamazaki Sôkan (1458-1542)

El año fenece;

nadie me da nada

este atardecer.


 

Arakida Moritake (1472-1549)

¿Una flor caída

volviendo a la rama?

Era una mariposa.

Al ruiponce

hoy se me ha parecido

mi vida entera.

 



Tadatomo (1624-1676)

El carbón blanco

fue, en tiempos pasados,

una nevada rama.

 

 

Yamaguchi Sodô (1642-1716)

No tiene nada

mi choza en primavera.

Lo tiene todo.

 

 

Matsuo Bashô (1644-1694)

A cada ráfaga

se desplaza en el sauce

la mariposa.

 

Del este o del oeste

sobre los campos de arroz

el sonido del viento

 

Ebrio, me duermo.

¡Y en la piedra florecen

las clavellinas!

Cae del árbol

y derrama su agua

una camelia.

 

 

Sólo viajero

quisiera ser llamado:

primer chubasco.

 

La libélula

intenta en vano posarse

sobre una brizna de hierba.


 

Lluvia de mayo.

Corre velozmente

el río Mogami.

¡Qué gloria!

Las hojas verdes, las hojas jóvenes

bajo la luz del sol.

 

En medio del campo,

sin apego de ningún tipo,

canta la alondra.

Un mar revuelto:

sobre la isla de Sado,

la Vía Láctea.

Crudo invierno:

El mundo de un solo color

y el sonido del viento.

Canta el cuclillo:

un bosque de bambú

filtra la luna.

 


 

Llega el otoño;

el mar y el campo tienen

el mismo verde.

Primera nieve:

las hojas del narciso

casi curvadas.

Crecen los días

para el canto insondable

de las alondras.

Un sauce verde

goteando en el barro:

marea baja.

En los claros de nieve,

el leve violeta de los brotes

de la flor de udo.

En el camino, la fiebre:

y por mis sueños, llanura seca,

voy errante.

Cuando miro con cuidado

¡veo florecer la nazuna

junto al seto!                                                                                                      

                                                                                                                           Con el rocío de la mañana,

sucio, fresco...

el barro del melón.

El cuervo horrible

¡qué hermoso esta mañana

sobre la nieve!

Me llamarán por el nombre

de caminante.

Tempranas lluvias de invierno.

Piernas enclenques

tendré, pero está en flor

el monte Yoshino.




Hoy el rocío

borrará lo escrito

en mi sombrero.

Una mujer lavando patatas;

si Saigyô estuviera

compondría un waka.

Bajo un mismo techo

durmieron las cortesanas,

la luna y el trébol.

En la bahía

también la primavera:

flores de olas.

A una amapola

dejó sus alas una mariposa

como recuerdo.

Olor a crisantemos.

Y en Nara, viejas

imágenes de Buda.

Yendo hacia Kioto

cubrían medio cielo

nubes de nieve.

Yo me pregunto,

avanzado el otoño,

qué hará el vecino.

 

 

Los crisantemos

se incorporan etéreos

tras el chubasco.







¡Qué santidad

la del hombre que ante un relámpago

no comprende la realidad!

Llora

la sombra sola de la anciana.

Compañera de la luna.

Plenilunio de otoño;

paseo en torno al estanque

toda la noche.

¡Ha llegado la primavera!

Monte sin nombre

entre fina hierba.

Las montañas y el jardín

se van adentrando

hasta mi habitación en verano.

Luna de agosto.

Hasta el portón irrumpe

la marejada.

Aroma del ciruelo,

de repente el sol sale.

Senda del monte.







La primavera pasa;

lloran las aves

y son lágrimas los ojos de los peces.

 

 

Quietud:

los cantos de la cigarra

penetran en las rocas.

Un viejo estanque;

se zambulle una rana,

ruido de agua.

Sobre la rama seca

un cuervo se ha posado;

tarde de otoño.

Este camino

ya nadie lo recorre

salvo el crepúsculo.

Yo soy un hombre

que come su arroz

ante la flor de asagao.

A la intemperie

se va infiltrando el viento

hasta mi alma.

El mar ya oscuro:

los gritos de los patos

apenas blancos.




 

 

 

 

Retomado de: Antología del Haikú. Unimatehuala.edu.mx. 14 de septiembre de 2022.

 

 

PROVERBIOS DEL INFIERNO DE WILLIAM BLAKE

 

PROVERBIOS DEL INFIERNO

WILLIAM BLAKE

 

En tiempo de siembra, aprende; en tiempo de cosecha, enseña; en invierno, goza.

Conduce tu carro y tu arado sobre los huesos de los muertos.

El camino del exceso conduce al palacio de la sabiduría.

La Prudencia es una vieja solterona rica y fea cortejada por la Incapacidad.

Aquel que desea pero no obra, engendra peste.

El gusano perdona al arado que lo corta.

Sumerge en el río a aquel que ama el agua.

El necio no ve el mismo árbol que ve el sabio.

Jamás se convertirá en estrella aquel cuyo rostro no irradie luz.

La Eternidad está enamorada de las obras del tiempo.

La abeja laboriosa no tiene tiempo para la tristeza.

El reloj cuenta las horas de la necesidad, pero ningún reloj puede contar las horas de la sabiduría.

Los únicos alimentos sanos son aquellos que no coge la red ni el cepo.

Usa número, pesa y medida en un año de escasez.

Ningún pájaro se eleva demasiado alto, si vuela con sus propias alas.

Un cuerpo muerto no venga las injurias.

El acto más sublime consiste en colocar otro delante de ti.

Si el necio persistiera en su necedad se volvería sabio.

Villanía, máscara de la astucia.

Pudor, máscara del orgullo.

Las prisiones están construidas con piedras de la Ley, los burdeles con piedras de la Religión.

El orgullo del pavo real es la gloria de Dios.

Lubricidad del chivo, generosidad de Dios.

La cólera del león es la sabiduría de Dios.

La desnudez de la mujer es la obra de Dios.

Exceso de pena, ríe. Exceso de alegría, llora.

El rugido de los leones, el aullido de los lobos, la cólera del mar tempestuoso y la espada destructora

son porciones de eternidad demasiado grandes para el ojo del hombre.

La zorra cautiva no acusa sino al cepo.

La alegría, fecunda; el dolor da a luz.

Dejad que el hombre vista la piel del león y la mujer el vellón de la oveja.

El pájaro, un nido; la araña, una tela; el hombre, la amistad.

El necio egoísta y sonriente, y el necio triste y ceñudo serán tenidos por sabios y servirán de norma.

Evidencia de hoy, imaginación de ayer.

La rata, el ratón, la zorra y el conejo cuidan de las raíces; el león, el tigre, el caballo, el elefante, de los frutos.

La cisterna contiene; la fuente rebosa.

Un pensamiento llena la inmensidad.

Está pronto a decir siempre tu opinión, y el ruin te evitará.

Todo lo creíble es una imagen de la verdad.

Nunca perdió más tiempo el águila que cuando escuchó las lecciones del cuervo.

La zorra se provee; pero Dios provee al león.

Piensa por la mañana, obra al mediodía, come

por la tarde y duerme por la noche.

Aquel que ha permitido que abuses de él, te conoce.

Como el arado obedece las palabras, Dios recompensa las plegarias.

Los tigres de la cólera son más sabios que los caballos del saber.

Del agua estancada espera veneno.

Nunca sabrás lo que es suficiente a condición de que sepas lo que es más que suficiente.

Escucha el reproche de los necios: es un título real.

Los ojos de fuego, la nariz de aire, la boca de agua, la barba de tierra.

El débil en valor es fuerte en astucia.

Nunca pregunta el manzano al haya cómo crecer, ni el león al caballo cómo coger su presa.

El que agradece lo que recibe, da a luz una abundante cosecha.

Si otros no hubiesen sido necios, nosotros lo seríamos.

El alma llena de dulce placer no puede ser manchada.

En un águila miras una porción de genio. ¡Alza la cabeza!

Así como la oruga elige las hojas más hermosas para poner sus huevos, el sacerdote deposita su maldición sobre los mejores goces.

Crear una sola flor es trabajo de siglos...

La maldición fortifica; la bendición relaja.

El mejor vino es el más viejo, la mejor agua es la más nueva.

Las plegarias no aran; las alabanzas no maduran.

Las alegrías no ríen. Las tristezas no lloran.

La cabeza, lo Sublime; el corazón, el Pathos; los órganos genitales, la Belleza; los pies y manos, la Proporción.

Como el aire al pájaro o el agua al pez, así el desprecio al despreciable.

La coneja quisiera que todo fuese negro, y el buho que todo fuese blanco.

Exuberancia es Belleza.

El león sería astuto si tomara consejo de la zorra.

El progreso traza los caminos derechos; pero los caminos tortuosos, sin progreso, son los caminos del genio.

Antes asesina a un niño en su cuna que nutras deseos que no ejecutes.

El hombre ausente, la naturaleza estéril.

Nunca puede ser dicha la verdad de manera que pueda ser comprendida sin ser creída. ¡Bastante! o, más aún, demasiado.

 

Blake, William. (2020). El matrimonio el cielo y el Infierno. Ediciones El Aleph. p-p. 10-16.

 

William Blake

 




(Londres, 1757 - 1827) Pintor, grabador y poeta británico, una de las figuras más singulares y dotadas del arte y la literatura inglesa. Fue para algunos un místico iluminado, un religioso atrapado en su propio mundo, y para otros un pobre loco que sobrevivía gracias a los pocos amigos que, como Thomas Butts, creían en su arte y le compraban algunos grabados. La posteridad, sin embargo, ha considerado a William Blake como un visionario.

 

 

 

Retomado de: Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en https://www.biografiasyvidas.com/biografia/b/blake.htm [fecha de acceso: 14 de septiembre de 2022].

 

MINIFICCIONES METAFICCIONALES Y METALITERARIAS

  MALDITA MALDICIÓN     A Andrés Caicedo le profanaron la tumba tras años de haber muerto. Fue un grupo de lectores profanáticos. Enferm...