jueves, 29 de septiembre de 2022

LUIS VIDALES: PIONERO DE LA MINIFICCIÓN EN COLOMBIA

 

SELECCIÓN DE TEXTOS DE LUIS VIDALES: PIONERO DE LA MINIFICCIÓN EN COLOMBIA



LUÍS VIDALES (Calarcá, Quindío, 1904, Bogotá, 1990). Fue el verdadero renovador y vanguardista de la llamada Generación de Los Nuevos. Su libro Suenan Timbres, de 1926, significó un cambio radical en la poesía colombiana, adelantándose a la corriente latinoamericana denominada como “antipoesía”. Publicó además La Obreríada (La Habana, 1978), El Libro de los fantasmas (Bogotá, 1985), Poemas del abominable hombre del barrio de Las Nieves (Bogotá,1985) y el volumen preparado por Juan Manuel Roca Antología Poética, (Universidad de Antioquia, Medellín 1985). En 1945 publicó su Tratado de Estética, ejerció la crítica de arte, la política y la cátedra en varias universidades colombianas. En 1948 editó, a pocos días del asesinato de Jorge Eliécer Gaitán, La insurrección desplomada, libro sobre los sucesos trágicos del 9 de abril y en 1973 el volumen La circunstancia social en el Arte. Es uno de los fundadores del Partido Comunista de Colombia, sufrió persecuciones, cárceles y desahucios, huelgas de hambre y un largo exilio en Chile. En 1982 recibió el Premio Lenin de la Paz y el mismo año el Premio Nacional de Poesía por Reconocimiento, por parte de la Universidad de Antioquia. Fue estadígrafo de profesión, periodista y polemista. Poeta insular, de estilo muy personal, por su humor y su imaginería onírica es de difícil clasificación en el mapa de la poesía colombiana. En ÁGORA, REVISTA DE MINIFICCIONES, rendimos homenaje al considerado pionero de la minificción en Colombia. Por ello, hemos extraído aquellos textos breves ficcionales de su libro Suenan Timbres (1926.) Buen provecho, desocupado lector.

 

 

SUPERCIENCIA

Por medio de los microscopios, los microbios, observan a los sabios.

 

EL MUERTO

Tomó el diario, Leyó: “El señor N-N descansó en la paz del Señor”. Se tomó el pulso. Nada. Se palpó el pecho. Estaba frío. Sintió una absoluta indiferencia. Tiró el diario y volvió a meterse en la cama, más, pero muchísimo más indiferente que nunca.

 

EL ÁNGULO FACIAL

 

Cuando me lo presentaron le dije con inquietud:

–¿Pero qué hizo usted su ángulo facial? La boca, la nariz, los ojos, las orejas, fuera de su sitio, aparecían amontonados en su rostro.

–Señor– me dijo el hombre de boca vertical. Una vez un prestidigitador me escamoteó el ángulo.

Desde entonces sé que como los paraguas los rostros tienen un armazón. Y que la armazón de los rostros es el ángulo facial.

 

TEORÍA DE LAS PUERTAS

 

Soy alguien dado a investigaciones científicas. Últimamente he descubierto una teoría de equilibrio. Ante todos los sabios del mundo yo siento mi teoría de equilibrio. Cuando una puerta se abre, la puerta equidistante, al otro lado del mundo, se cierra irremisiblemente. Por esto–y todos lo hemos visto de golpe, las puertas se cierran solas. El día que todas las puertas se abrieran a una vez, el mundo quedaría lleno de huecos y el viento se entraría en ellos y se llevaría a la tierra por los espacios ilimites…

 

 

Referencias: Vidales, L. (1986) Suenan Timbres, Plaza y Janes. Bogotá.

 

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