El
señor que amaba a los dragones
El señor Ye amaba tanto a los
dragones que los tenía tallados o en pinturas por toda su casa. Cuando de esto
se enteró el verdadero Dragón Celestial se puso muy contento y voló a la
Tierra; llegó a la casa del señor Ye y metió su cabeza por la puerta y su cola
por la ventana. Al verlo, el señor Ye huyó despavorido, a punto de enloquecer.
Esto demuestra que el señor Ye
no amaba verdaderamente a los dragones; sólo gustaba de la imagen, pero no del
auténtico dragón.
Retomado de: https://minisdelcuento.wordpress.com/2011/11/22/el-senor-que-amaba-a-los-dragones/ Shen
Buhai. No. 100, Septiembre-Diciembre 1986. Tomo XV – Año XXII. Pág. 731. 10 de
septiembre de 2022.
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