REPRIMENDAS
La clase de la profesora lechuza inició, cuando ella, recitó de memoria
la oración patria. Los animalitos cantamos al unísono. Todo iba bien, hasta que
emití mis rebuznos, y se escapó una risita que nunca logro contener... ¿Será
por eso que la maestra, me envió al rincón, puso aquel cono en mi cabezota
y me pellizcó una, dos, tres veces? Entonces me obligó hasta el final del día a sostener la tela de tres colores, como si yo
fuera un asta… Todos evitaban reír… Al menos al llegar a casa en la
tarde, pude contar que había izado la bandera.
POR:
VÍCTOR HUGO OSORIO CÉSPEDES
LIC. LENGUA CASTELLANA Y LITERATURA
Este escrito nos habla un poco sobre la época en qué los profesores le podían maltratar alos estudiantes sin recibir castigó.
ResponderEliminar