DENTELLADA
Sé que tú mamá te
había dicho con cursilerías y diminutivos, que por nada del mundo, olvidaras esa noche dejar tu
dientecito de leche bajo esa dura almohada. Como eres un niñito precoz de la mamita,
obstinado y canallesco, decidiste no hacer caso. Arrojaste el pedacito blanco
por el retrete, lo usaste y bajaste la palanca mientras reías y reías y reías.
Luego fuiste a dormir. A media noche, sentiste que ingresé al dormitorio
de forma subrepticia, como la sombra de una lagartija. Sí: era yo, ésta rata del tamaño de un hombre. Te miré con mis
ojos rojos y sin premeditarlo, fuí directo a tu boca. Te resististe
en vano... Pues, yo, el Dr. Aegus Berenicio Pérez, ya había arrancado todos tus dientes con las tenazas. Y huí,
entre gritos y ayes de dolor, sin que nadie pudiera cobrarme las monedas de oro
que suelo dejar, bajo las almohadas de los niños de todo el mundo... Sólo te dejo esta nota, para que nunca más olvides, pequeño
bribón, mi promesa de regresar por ellos, cuando hayan salido otra vez.
POR:
VÍCTOR HUGO OSORIO CÉSPEDES
LIC. LENGUA CASTELLANA Y LITERATURA
MURILLO- TOLIMA
22-04-2020
este mini cuento trata de algo de historia que nos contaban nuestros abuelos que dormido le sacaban los dientes con tenasa o alicates
ResponderEliminarEsta historia trata cuándo sete cae un diente pero sino lo dejas de bajo de la almuada el ratón de los dientes te sacara undiente sin previo aviso
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